jueves, 17 de marzo de 2016

Un velero en el parque

Cada día paseo por el parque, suelo buscar un rincón alejado de cualquier ruido artificial, y bajo la sombra que proporciona los árboles centenarios que me rodean con sus enormes ramas extendiéndose sobre mi cabeza como protegiendome con ellas, al igual que un padre protege a su hijo con su cuerpo de un sol justiciero, me tumbo. Noto el césped recién cortado, noto la humedad abriéndose paso a través de mi ropa envolviendome con su frescor, pero es más reconfortante sentir la calidez que se filtra entre las ramas, sumiendo mi mundo en una danza de caleidoscopicos brillos mientras las hojas danzan alegres al son de la brisa. En ese momento cierro los ojos y mi mente vaga en un mar de recuerdos pasados y fantasías futuras, es imposible que mi embarcación zozobre..... Me relajo.....dejo que los buenos recuerdos laman el casco de mi pequeño velero, que los delfines salten alegres ante mi proa que taja los mares del mar de la vida a golpe de corazón, empujado por los suaves pero siempre constantes vientos de los míos. La pequeña rosa de los vientos que adorna mis cartas náuticas tiene trazos de niña y de niño es el nombre del pequeño lucero que todos los días observo en el horizonte, un horizonte al que navego guiado por la preciosa, delicada e inseparable brújula mía.....con la cual surco los mares.....con la cual llegaré al último puerto.
Observo con desasosiego las tormentas que  a veces se desencadenan en el horizonte, como acechan en la distancia, como hacen demostraciones de fuerza, descargando rayos cargados de pena, picando el mar con sus vientos huracanados...los cuales mientras aullan canciones llenas de lamentos....levantan las enormes olas de los remordimientos.....mis manos aprietan el timón del pequeño velero mientras observo esas horribles y amenazantes tormentas, las cuales cubren mi corazón con el duro cuero de la congoja, lo apretan con las cuerdas de la incertidumbre y terminan el sucio trabajo atando todo con los nudos del pasado.....-pero no es más que esoooo......-no es más que esooo....-miedoooossss..... Susurran los suaves vientos que empujan mis velas.-!!Y como miedos que son, tan solo existen en tu interior!!!.....sentencian inflando mis velas, hinchandolas con la firme convicción del que confía en mi, tensando cada cabo hasta hacerlos crujir todos y cada uno de ellos con el empuje que proporciona cada una de las palabras.
Mis manos aflojan la presión del timón a la par que los nudos de mi corazón se aflojan, y el cuero, barrido por el viento de la confianza, abandona mi corazón  quedando suspendido en el aire...atras...en el pasado.
Y así, mientras observo el incierto horizonte colmado de claros y tormentas, mi pequeño pero fiable velero surca los mares con proa al futuro, dejando atrás... tan sólo.... la estela del pasado.
Abro los ojos, el sol continua arrojando su dulce y calurosa miel sobre los árboles, filtrandose entre las hojas y derramandose sobre mi rostro, me incorporo mientras oigo las risas lejanas de los niños al jugar y los pájaros al  trinar...mis ojos terminan de adaptarse a la luz. - Ha sido un buen sentimiento, pienso mientras recorro el parque, espero volver mañana a disfrutar de otro momento en otro pequeño rincón de este parque de nombre Vida.

1 comentario:

  1. Los miedos a veces son tan fuertes que no nos dejan surcar los mares.......vivir la vida....pero con nuestro velero a punto y lo que vamos aprendiendo ,tenemos que conseguir hacer una buena travesía .
    Creo que en tu vida hay cosas importantes para hacer una gran travesía......

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